La
ligereza con la que se construyen las noticias y se reproducen sin ningún tipo
de contraste, así como el estigma hacia l@s extranjer@s, son rasgos de un modelo
de periodismo que no informa y que tampoco está comprometido con la sociedad,
pero sí con intereses propios.
Durante
estos días de mayo, nos hemos encontrado con noticias de diario El Universo - Un ‘alto jefe policial’ chateaba con aliasGuacho sobre frontera” “Otro caso desarampión importado se registró en Ecuador” y “Ecuador registra primer caso importado de sarampión”- las cuales descifran el siguiente tratamiento
periodístico:
En la primera noticia “Un ‘alto jefe policial’ chateaba con alias Guacho sobre frontera” la
información está basada en “supuestos”, “habrías” y rumores, y con esa misma
frivolidad no se citan fuentes.
“Otro caso de sarampión importado se registró en Ecuador” y “Ecuador registra primer caso importado de sarampión” son las
noticias que generan, debido a su tratamiento, un estigma hacia l@s venezolan@s
como los responsables del sarampión en el país y que son ellos, con mayor
interés, quienes deben vacunarse. Por
otra parte, en las noticias referentes al sarampión se ofrece información de
complemento (video y enlace) que se contradicen entre sí.
La observación y análisis que se realiza desde
el Observatorio de Comunicación en este caso a diario El Universo, se refleja
un periodismo sin fuentes, donde prevalecen rumores y percepciones que se están
convirtiendo en las fuentes periodísticas con las que se pretende informar a la
sociedad. También se refleja un periodismo hecho rápidamente sin el tiempo
necesario para saber qué se cuenta y el
porqué se cuenta.
Ante estos hechos nos parece oportuno compartir
lo que nos aportan investigadores en el ámbito periodístico. Según Félix Ortega
en el libro Periodismo sin información
de 2006:
“Describir y explicar los acontecimientos exige
una disciplina profesional atenta a obtener el máximo de datos y valoraciones
sobre ellos. No hay otra forma de alcanzar un mínimo de objetividad. Porque si
bien la objetividad absoluta es imposible de lograr, ella no puede ser
suplantada, si de información hablamos, por las convicciones y creencias personales
o por intereses espurios que eliminan el objeto por el puro subjetivismo”.
La responsabilidad de un periodismo de calidad,
en un país, es de la industria periodística, de los profesionales y de las
audiencias. La industria periodística debe garantizar las condiciones adecuadas
para ejercer el periodismo; los periodistas deben preocuparse de estar bien
formados y el público exigir noticias de calidad.
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