lunes, 21 de mayo de 2018

Desinformación y prejuicios


La ligereza con la que se construyen las noticias y se reproducen sin ningún tipo de contraste, así como el estigma hacia l@s extranjer@s, son rasgos de un modelo de periodismo que no informa y que tampoco está comprometido con la sociedad, pero sí con intereses propios.
Durante estos días de mayo, nos hemos encontrado con noticias de diario El Universo - Un ‘alto jefe policial’ chateaba con aliasGuacho sobre frontera Otro caso desarampión importado se registró en Ecuador” y “Ecuador registra primer caso importado de sarampión”- las cuales descifran el siguiente tratamiento periodístico:

En la primera noticia Un ‘alto jefe policial’ chateaba con alias Guacho sobre fronterala información está basada en “supuestos”, “habrías” y rumores, y con esa misma frivolidad no se citan fuentes.

Otro caso de sarampión importado se registró en Ecuador” y “Ecuador registra primer caso importado de sarampión” son las noticias que generan, debido a su tratamiento, un estigma hacia l@s venezolan@s como los responsables del sarampión en el país y que son ellos, con mayor interés, quienes deben vacunarse.  Por otra parte, en las noticias referentes al sarampión se ofrece información de complemento (video y enlace) que se contradicen entre sí.

La observación y análisis que se realiza desde el Observatorio de Comunicación en este caso a diario El Universo, se refleja un periodismo sin fuentes, donde prevalecen rumores y percepciones que se están convirtiendo en las fuentes periodísticas con las que se pretende informar a la sociedad. También se refleja un periodismo hecho rápidamente sin el tiempo necesario para saber qué se cuenta y el  porqué se cuenta.

Ante estos hechos nos parece oportuno compartir lo que nos aportan investigadores en el ámbito periodístico. Según Félix Ortega en el libro Periodismo sin información de 2006:
“Describir y explicar los acontecimientos exige una disciplina profesional atenta a obtener el máximo de datos y valoraciones sobre ellos. No hay otra forma de alcanzar un mínimo de objetividad. Porque si bien la objetividad absoluta es imposible de lograr, ella no puede ser suplantada, si de información hablamos, por las convicciones y creencias personales o por intereses espurios que eliminan el objeto por el puro subjetivismo”.

La responsabilidad de un periodismo de calidad, en un país, es de la industria periodística, de los profesionales y de las audiencias. La industria periodística debe garantizar las condiciones adecuadas para ejercer el periodismo; los periodistas deben preocuparse de estar bien formados y el público exigir noticias de calidad.

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