martes, 9 de julio de 2019

La mercantilización del dolor: ¿A cuántos likes equivale un femicidio?


Nos llena de dolor e indignación el asesinato de otra mujer a manos de su pareja, la tercera en la ciudad de Milagro en lo que va de año. Otros seis hijos huérfanos. Otro hombre que creyó que la mujer era de su propiedad. Otro hombre que no pensó ni en sus hijos. Otro hombre que no ha pensado en su familia. Solo en sí mismo. Un Estado que no supo proteger a una mujer que tenía una boleta de auxilio. Unos vecinos que presenciaron los maltratos y no intervinieron. Una ciudadanía que se mantiene en silencio asumiendo con normalidad la tragedia, sin salir la calle, sin levantar la voz. Y unos periodistas, de la misma ciudad, que se regocijan en los detalles de la escena del crimen y en el dolor de la familia, sin respetar nada.

Si esta mujer hubiese sido asesinada en una de las ciudadelas de Samborondón, ¿el tratamiento informativo hubiese sido el mismo? Aún retumban en nuestros oídos los gritos y los llantos desgarradores de los niños llamando a su madre ante su cuerpo tirado en la calle. ¿Hubiesen sido tan valientes los periodistas para difundir, a través de medios o redes, las imágenes de la víctima, su cédula, las caras de los niños, las explicaciones dramáticas del padre y de la madre si la víctima fuese de una clase social elevada y manejase plata? ¿Hubiesen sido tan valientes sabiendo las penalizaciones que el periodista puede tener por no respetar el derecho a la imagen, a la intimidad y el respeto a la dignidad de las víctimas?

¡Qué bien! Los periodistas han llegado los primeros al escenario del crimen. Han sacado imágenes del cuerpo tirado en la calle y rodeado de sangre. Han conseguido declaraciones del papá y de la mamá. Han conseguido audios que se clavan como navajas por el dolor que muestran. Han espectacularizado el dolor. Lo han convertido en circo. Han difundido videos en directo desde el lugar del asesinato y también desde el velatorio. ¿Y ahora qué? ¿Cuántos likes han conseguido? ¿Cuántas veces han compartido su noticia? ¿Cuántas han reproducido los videos? Y hoy, el día después, ¿qué queda de todo eso?

¿Han conseguido, ustedes periodistas, concienciar con este tratamiento de la información en el grave problema del femicidio en Milagro? ¿Nos han dicho cuántas mujeres han sido asesinadas en la ciudad en lo que va de año? ¿Les han dado a conocer a otras mujeres en la misma situación qué recursos tienen para poder escapar de un maltratador? ¿Han denunciado lo que las instituciones no hacen? ¿Han analizado por qué una mujer puede ser asesinada en plena calle unos días después de pedir boleta de auxilio y sin mayores medidas de protección? ¿Han analizado por qué una mujer puede ser maltratada por su marido durante veinte años con los silencios cómplices de todo el mundo? ¿Los periodistas han investigado por qué ocurren estas situaciones? ¿Han hecho algo por poner en el debate público la violencia contra las mujeres?

Porque, no lo olvidemos, la violencia contra las mujeres, en mayor o menor medida, la sufrimos todas. Ayer fue una chica de 35 años, madre de seis hijos. Mañana puedes ser tú, mujer, cuando paseas por la calle o vas a recoger a tus hijos al colegio.