Mientras
el país está sumergido en la campaña
para la Consulta Popular, desde Observacom Unemi, percibimos como las emociones
priman sobre la razón y como esto se hace a través de los medios de comunicación
de propiedad pública.
Este
ha sido un debate entre propios y extraños, entre medios y ciudadanía, que han
ido dejando sus “perlas” en un análisis del papel que en Ecuador deben
desempeñar los medios públicos:
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Hace un mes El Telégrafo nos despertó con un titular en el que a la Ley de
Erradicación de la Violencia de Género contra la Mujer, se la denominó Ley del
Aborto. ¿A esto se le puede llamar un medio que trabaja con honestidad?
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Hace cinco días El Telégrafo publicó
“Dos ecuatorianas asesinadas en el Bronx”, y en el cuerpo de la noticia se
reduce el hecho a un conflicto doméstico para luego concluir la información
diciéndonos que el asesino era alcohólico. ¿Todavía el medio público no sabe
elaborar noticias sobre violencia contra las mujeres?
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El domingo 14 de enero, El Telégrafo en su portada publicó “La Vicepresidenta
es hogareña y ama salir con sus ocho sobrinos”, titular que resalta su faceta
en el hogar y que sigue marcando los
estereotipos de género; luego lo reemplaza por “La música apasiona a la
Vicepresidenta”. ¿Conocen ustedes con quiénes ama pasear el
Presidente?
Desde
el Observatorio de Comunicación Ciudadana de Unemi, lo que pedimos de El
Telégrafo es SENSATEZ, de la misma manera que el medio solicitó en su editorialdel 19 de diciembre del 2017.
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